Mis pies no estan cansados, en mi alegría mis hijos...

31/8/10

Agosto 15, 2010. - domingo -


Comienza nuestro recorrido, se pretende llegar a la Provincia de Lugo, saliendo desde Tapia, ya son las 7.00 de la mañana, los ciclistas preparan sus reflectores, yo por mi parte, verifico mi linterna y me pongo en marcha, hemos visto en el mapa que debemos atravezar la ciudad y continuar por la vía que esta junto al malecón.
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Un espectacular camping, desde donde divisamos playas y acantilados, dan una sensación de estar en una paz marina díficil de explicar, además en el centro del amplio terreno han costruido una Ermita de piedra, que presencia a los transéuntes, que admiran la paz que allí reina. Aquí desayunamos nuestras frutas, y por ende descansamos de los pertrechos extras en nuestras mochilas.
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Bien leíamos en la guía de Infoasturias, donde textualmente dice " la costa asturiana constituye una sucesión de acantilados, pequeñas calas y playas de fina arena, a lo largo de 345 km. con ecosistemas de singular belleza, como las rías de Tina Mayor, Ribadesella, Villaviciosa, Pravia o la del Eo. Pequeños pueblos marineros, villas turísticas y populosas ciudades, ofrecen al viajero una variada oferta hotelera ", no obstante también los peregrinos puden disfrutar de Albergues a precios muy comodos para cualquier bolsillo, además de la atención que allí recibes, siempre dará que hablar del cariño de los lugareños y de la gran familia en que se va convirtiendo esta peregrinación con el correr de los días...
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La impresionante ensenada que tiene el nombre de Playa de Peñarronda, no deja de ser una magía ante nuestros ojos, kilométricas superficies de fina arena, provocan cambiar de ruta y acampar, más el compromiso contra el tiempo, nos lo impide.
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Una vez más no logramos encontrar la señalización del camino a seguir, lo cal nos obliga a ir en busca de la carretera principal, no obstante, topamos con una valla que nos impide subir, quizás porque el peligro es inminente. Consideramos que la advertencia debe ser respetada y buscamos alternativas más confiables, seeguimos por la ruta de tierra, al pueblo más cercano... Solo sembradíos de hortalizas y muchos matorrales de rica mora negra, muy pocas veces obviamos estas plantaciones silvestres, pues eran muy apetecidas.
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Parecía que el vía crucis habia terminado cuando topamos con un vehículo del ayuntamiento de Figueras, la recomendación que nos dió parecía un laberinto sin culminar, pero al inocente lo salva Dios, dice mi progenitora, se nos acercó un lugareño con aspecto más bien de francés que de asturiano.
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- Ese es el Alcalde, nos dice.
- Que le costaba darle un empujón hasta allí, no son más de dos kilómetros.
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Nos recomienda bajar a un moderno conjunto habitacional que está a unos cientos de metros, habla mucho del color verde y de los ventanales, pues en efecto, la moderna urbanización contrasta con las humildes o más bien antquísimas edificaciones que habiamos visto en casi todo el trayecto.
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Consultamos junto a la estación de la policía, y alguien muy atento nos dice que él va en esa dirección. Un ciclista que hace rato nos había pasado se devuelve todo confundido.
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- No consigo como salir a la carretera, comenta.
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Nuestro guía le gira las instrucciones pertinentes para que pueda llegar al Puente de los Santos, desde el otro lado de la carretera, vía a A Coruña.
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Por fín nos acercamos a la impresionante construcción, una angosta caminería de 80 centímetros de ancho por 600 metros de largo... Parece interminable y poco probable hacer tal hazaña, no obstante, la magia invita, sin más alternativa que seguir.
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Es en este preciso lugar donde se separán las dos Provincias, la Ría de Ribadeo, constituye una frontera natural entre Galicia y Asturias, a pesar de la incomunicación histórica por vía terrestre de las poblaciones ribereñas con el resto de las provincias provocó el desarrollo de estrechos lazos sociales y comerciales. Se trata de un ecosistema único, con dos zonas bin diferenciadas, la más próxima al Cantábrico está estrechamente ligada a él, mientras que a medida que nos acercamos a la desembocadura del río Eo predominan los hábitas limícolas y las marismas que atraen cada año a miles de aves. Por este motivo, este espacio fue declarado reserva de la Biosfera por la Unesco y está incluido en la Lista de Zonas Húmedas de Importancia Internacional ( RAMSAR ). Existe aquí también una importante diversidad y riqueza piscícola, siendo el río Eo el principal curso fluvial habitado por el salmón en Galicia.
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Al cruzar la majestuosidad del Puente nos recordamos de la converzación sostenida el día anterior con el párroco de la Iglesia de San Esteban, de verdad erá muy agradable ver esa panorámica de color azul y en entorno verde de sus riberas, por supuesto destacaban las embarcaciones estacionadas en los muelles.
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Ya en el centro de la Ciudad de Ribadeo, como de costumbre nos dirigimos a la Oficina de Información Turística, nos sellan nuestros pasaportes, mientras esperamos el turno, charlamos con personas que comenzarán desde aquí su peregrinación, comentan quehan viajado en Bus desde Santiago y ahora se devuelven caminando.
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Ribadeo es la primera ciudad de la Provincia de Lugo, que nos da la bienvenida, visitamos la ciudad, sus ruinas, sus calles angostas, recorrimos a pie en busca de la estación ferroviaria, con la mala noticia que no habían viajes, sino solo a la costa, es decir, en sentido contrario a donde deberíamos seguir el camino... Nos recomiendan que vayamos a la Estaciones de Buses, la noticia tampoco es agradable, el bus salió a las 14.30 y el póximo saldrá alrededor de las 18.30. La espera será larga, se suman otros peregrinos, ya nos habíamos topado en Avilés con ellos, una joven pareja de enamorados que venían desde Dinamarca y continuarán hasta Baamonde.
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Cancelamos 7.20 Euros por el pasaje y por fin salimos con destino a Vilalba, erán aproximadamente unos 70 km, pero creo que hubiera sido imposible escalar tantas cordilleras en pocos días...Inmensos puentes y angostas carreteras, tránsito vehicular a mucha velocidad, estaba en lo justo al haber elegido esta alternativa de viaje y me sentía contento..
En el camino podemos observar las bellezas de la tierra gallega, y los caseríos se van sumando a medida que avanza nuestro autobus con destino a Vilalba.
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Aproximadamente después de una hora de viaje y varias paradas en terminales intermedios, por fín hacemos la entrada en la ciudad.
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El terminal más ubicado en lo que pareciera ser el centro o el comienzo de la zona urbanizada, nos bajamos y consultamos sobre el Albergue de Peregrinos, nos indican que debemos devolvernos casi dos kilómetros, despues de la rotonda, se encuentran las dependencias de la Cruz Roja y el Albergue, nos sellan nuestros pasaportes, pero nos indican que el lugar esta completo, que debemos seguir a la ciudad y encontrar sitio en el Polideportivo. Cansados de tanto trajín nos disponemos a caminar junto al grupo de peregrinos que no tenemos alojamiento.
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En la vía principal de la ciudad de Vilalba consulto precios de habitaciones en algunos de los centricos hoteles que van apareciendo en nuestro caminar. Junto al mueso arqueológico, nos cobran 50 euros por persona. Finalmente decido hospedarme en una pensión por 35 euros, buenas habitaciones, con Tv y aire acondicionado.
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Un buen baño de agua temperada ayuda a paliar la situación del día, ha sido larga la espera en Ribadeo, y no he comido como corresponde, bajo al restaurant, una tortilla con jamon serrano, un zumo de naranjas y de bajativo un rico Cacique a las rocas.
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Consulto sobre el llamado Parador que tanto se menciona en los carteles de la localidad, y me dicen que para subir a la torre debes quedarte en el Hotel, en que han convertido al viejo recuerdo medieval, pero con tal de pagar la módica suma de 200 Euros por la noche. Lo cual por supuesto no está en mi presupuesto... Por lo tanto visitar el mirador debe esperar, hasta la próxima visita.
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Ya tendremos ocasión el día lunes de visitar Vilalba, por ahora ya cansado del agotador día domingo, me retiro a dormir.

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